Aliento Efervescente
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Aliento Efervescente
[I] Aliento Efervescente [I]
Más rápido inepto.. ¡Ya viene! ¿Acaso no escuchas? Corre, Corre.. El alarido rugido penetraba cada una de las cavidades de los troncos, no había otra opción, continué corriendo con una exaltación digna de recordar hoy en día, no hay vuelta atrás, desconocía aquel sonido estruendoso que provenía desde la parte de atrás, y no dejaba de avanzar, me seguía con aires voluminosos de nunca arrebatar sus cadenas de mi alma, ¡Cuidado! ¡Ya te alcanzó, no mires atrás! No Kuzan, no mires atrás..
Se despertó sudado, implacable era aquel recuerdo que lo seguía cada noche, esperándolo para retorcer y fragmentar más sus pensamientos, no encontraba respuesta, información que aún no podía clasificar, sin embargo lo sentía tan familiar y enlazador. Decidió por indagar en el oscuro bosque, con aquel que soñaba cada noche, aquel que cegaba más su intriga, ¿Qué esperabas, encontrar algo? .. No lo entiendo.. ¡Vamos, aparece! Se hablaba a si mismo, aunque esto último fuese su costumbre, consciente de sus acciones continuó buscando entre los nogales perdiendo cada vez más la esperanza, tomó la decisión de no continuar hasta unas horas más, y de esta manera se cubrió bajo una inmensa cueva, en completa oscuridad y silencio. Luego de muchas horas continuó su búsqueda, sin cansancio, solo una sofocación al saber que está cerca, lo presentía.. se aproximaba, y dio la primera alarma con un implacable rugido desde las lejanías, palpito acelerado al instante, y se echó a correr, todo era acorde con lo que soñó por tanto tiempo, y aún la luna cubría con total esplendor aquella noche. Solo un minuto bastaba, se encontraba cara a cara con sus latidos, y el ruido decrépito de los grillos cercanos, pero este ruido molesto de los grillos desapareció en el momento en que sintió aquello, el aliento putrefacto y familiar, ¿Vas a correr de nuevo, Kuzan?. Ya no existían sus latidos.
Más rápido inepto.. ¡Ya viene! ¿Acaso no escuchas? Corre, Corre.. El alarido rugido penetraba cada una de las cavidades de los troncos, no había otra opción, continué corriendo con una exaltación digna de recordar hoy en día, no hay vuelta atrás, desconocía aquel sonido estruendoso que provenía desde la parte de atrás, y no dejaba de avanzar, me seguía con aires voluminosos de nunca arrebatar sus cadenas de mi alma, ¡Cuidado! ¡Ya te alcanzó, no mires atrás! No Kuzan, no mires atrás..
Se despertó sudado, implacable era aquel recuerdo que lo seguía cada noche, esperándolo para retorcer y fragmentar más sus pensamientos, no encontraba respuesta, información que aún no podía clasificar, sin embargo lo sentía tan familiar y enlazador. Decidió por indagar en el oscuro bosque, con aquel que soñaba cada noche, aquel que cegaba más su intriga, ¿Qué esperabas, encontrar algo? .. No lo entiendo.. ¡Vamos, aparece! Se hablaba a si mismo, aunque esto último fuese su costumbre, consciente de sus acciones continuó buscando entre los nogales perdiendo cada vez más la esperanza, tomó la decisión de no continuar hasta unas horas más, y de esta manera se cubrió bajo una inmensa cueva, en completa oscuridad y silencio. Luego de muchas horas continuó su búsqueda, sin cansancio, solo una sofocación al saber que está cerca, lo presentía.. se aproximaba, y dio la primera alarma con un implacable rugido desde las lejanías, palpito acelerado al instante, y se echó a correr, todo era acorde con lo que soñó por tanto tiempo, y aún la luna cubría con total esplendor aquella noche. Solo un minuto bastaba, se encontraba cara a cara con sus latidos, y el ruido decrépito de los grillos cercanos, pero este ruido molesto de los grillos desapareció en el momento en que sintió aquello, el aliento putrefacto y familiar, ¿Vas a correr de nuevo, Kuzan?. Ya no existían sus latidos.
Eddie Vedder- Mensajes : 8
Fecha de inscripción : 01/11/2014
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